Quien les habla es una madre desesperada, yo Yadira Labanda, soy madre de Angie Marianella Carrillo Labanda, desaparecida desde el 28 de enero de 2014, en la ciudad de Riobamba.
Yadira Labanda en la Plaza Grande. Foto: Giovanni Rueda |
Angie fue miembro de una prestigiosa universidad como es la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo ESPOCH. Al momento de su desaparición Angie tenía 19 años en la actualidad tiene 20. Al igual que ustedes jóvenes mi hija tenía sueños y metas por cumplir. Soñaba con un día graduarse de la carrera de Medicina, soñaba con ser una buena profesional, tenía tanto sueños hasta aquel horrible 28 de enero en que sin dejar rastro alguno desapareció dejando en mi el más terrible de los vacíos que un ser un humano puede sentir.
Escribo esto porque sino, no voy a poder seguir con mi vida, ya que necesito que la desaparición de mi hija no se quede como un simple número más, como una estadística fría de tantos casos que incluso llevan años sin ser resueltos, yo necesito contarles que desde aquel día no puedo, ni dormir, ni pensar, ni respirar bien.
No sé bien a quién le escribo o a quien deseo conmover, pero doy por sentado que cada quién se dará por aludido.
Deseo contarles de mi largo camino en búsqueda de mi hija, como las autoridades han hecho caso omiso de mis ruegos, como teniendo un sospechoso principal no han sido capaces de obligarlo a decir dónde está mi hija, pues bien tengo que decirle a todos ustedes que mi hija no vino a este mundo a ser una mediocre, así que no puedo creer como una bestia obsesiva y celosa pudo arruinar la vida de una joven buena, bella y con tantas metas, porque estoy segura que mi hija puede hacerse cargo de los errores que cometió, pero no del delito que cometió él. Y la totalidad de la vida de mi hija no puede reducirse a que una persona la haya desaparecido y para mi desgracia está libre como si nada hubiera pasado como si la vida de mi Angie no hubiera sido nada para él. Para mí la libertad es lo más preciado que tenemos y él no se la merece.
MI hija merece volver a ser libre y volver a tener sueños y yo como su madre merezco volver a sentir cosas lindas, a verla graduarse, casarse, tener su familia ME LO MEREZCO, pues soy su madre y como madre no traje hijos al mundo para que me los mataran o me los desaparecieran, no merezco sentir este veneno que tengo dentro mío. Merezco volver a reír con ganas y a llorar solo por lo que haga falta. Merezco tener una familia unida con todos mis hijos a mi alrededor. Y si esto es mucho pedir, entonces, por lo menos merezco una explicación para saber dónde está mi hija. Merezco volver a confiar en alguien una vez más. Porque cuando no te dan respuestas, el tiempo es denso y esperar es un espanto.
Quiero que la vida me deje de doler. Quiero que estar despierta sea un deseo y un motivo de alegría y no una tortura por no saber nada de mi adorada Angie Carrillo.
Por esto, jóvenes hoy les invito a reflexionar, a que no dejen que abusadores hagan de sus vidas un infierno, no permitan que un celópata, obsesivo destruya sus ilusiones y que trunquen sus esperanzas, recuerden que un abusador no solo es aquel que usa la fuerza física, también está el abusador que con presión psicológica puede destruir su interior, por favor que nunca nadie les haga creer jamás que fueron, son o serán culpables de que sean maltratadas.
Donde quiera que este mi hija quiero que sepa que no hay un momento de mi vida que no piense y luche por encontrarla como quisiera que alguien hable, me digan dónde está mi hija, que hicieron con ella, solo deseo volver a abrazarla y verla cumplir con las mayor responsabilidad que tenemos todos los seres humanos que es ser FELIZ… Te amo hija mía Dios te bendiga siempre… aún te espero… GRACIAS.
Carta de Yadira Labanda, madre de Angie Carrillo
desaparecida el 28 de enero de 2014.
Contacto: 0997173461 yadiralabanda@yahoo.es
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