18 de mayo de 2015

'Las instituciones deben aprender a recuperar la voz de las víctimas'

Alexandra dos años buscando la verdad, Alexandra dos años haciendo una y otra vez la misma pregunta a centenares de funcionarios, Alexandra dos años recibiendo las mismas respuestas vacías, carentes de fundamento…. 

Durante estos dos años, el Estado ecuatoriano, al igual que en otros tantos casos, ha negado a Alexandra Córdova y a su familia el derecho a la verdad. Nos ha negado ese derecho a todos y todas quienes diariamente preguntamos ¿Dónde está David Romo?...

Esa ausencia de verdad en el caso de David Romo también implica que el Estado ecuatoriano ha favorecido la impunidad y la repetición crónica de estas gravísimas conductas que alteran la integridad personal, la vida…  porque cuando desaparecieron a DAVID, a CAROLINA, a JULIANA, a ORLANDO, a CAMILO, a LUIS DANIEL…. Desaparecieron sus proyectos de vida, sus búsquedas, sus sueños, sus amores…y entonces también nos privaron a todos de disfrutarlos y construirlos con ellos, con ellas….. 

Esta falta de verdad sobre lo que ocurrió con ellos y ellas pone de manifiesto la inadecuada investigación y administración de justicia,  pone en evidencia que el Estado ecuatoriano incumple una de sus principales obligaciones vinculada al esclarecimiento judicial de conductas como la desaparición, propiciando además una total indefensión para las victimas presentes y futuras. El no esclarecimiento oportuno e integral de los hechos, la no sanción a los responsables de los mismos generan responsabilidad estatal por incumplimiento de su obligación de brindar protección judicial. Así mismo lo generará la ausencia de medidas de prevención del daño al no adoptar las medidas necesarias para asegurar la efectiva protección de los derechos humanos en las relaciones inter-individuales. 

Por ello, para reconstruir los sueños y reivindicaciones que dieron sentido a la vida de David Romo, de Carolina, de Juliana, de Orlando, de Camilo, de Luis Daniel… y lograr que estas injurias a la dignidad humana no vuelvan a repetirse es preciso recuperar LA VERDAD y vencer la memoria oficial que el Estado pretende imponernos cuando intentan poner sobre DAVID y sobre su familia la responsabilidad de los hechos, cuando pretenden dividirnos de otros familiares imponiendo supuestos privilegios, cuando nos hablan de 800 diligencias que no llegan a ningún sitio y solo terminan convertidas en 800 infructuosas actividades que engrosan un expediente y pueden incluso a justificar salarios y ascensos. 

Y es que al final de estos dos años ni las estadísticas oficiales, ni los pretendidos expedientes de “investigación y justicia” que maneja la institucionalidad nos pueden dar cuenta de esta verdad. Únicamente la versión de las víctimas, sus familiares y amigos es la que podrá dar cuenta de los proyectos y los sueños de David, del vacío de su ausencia, de la persistencia de su madre, de los hechos. 

Uno de los desafíos más grandes que dos años después queda latente es que el Estado ecuatoriano, sus fiscales, sus agentes policiales y su institucionalidad debe aprender a recuperar la voz de las víctimas, a dar valor a sus aportes, a generar actuaciones que sean reparadoras y no agraven más el daño, que ya la desaparición de su ser querido les ha causado; a reconocer sus omisiones y debilidades institucionales para abordar este gravísimo fenómeno y dar respuestas efectivas…. Porque la ausencia de verdad impide justicia, incrementa la impunidad y favorece que los responsables de estos gravísimos hechos se amparen en el olvido y la distorsión de la memoria…


Plaza Grande. Plantón de visibilización de las personas desaparecidas en el país. Foto: Giovanni Rueda. 


 

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