13 de diciembre de 2018

Lidia Rueda: la lucha de Asfadec por encontrar a las personas desaparecidas


Mario Melo, director del Centro de Derechos Humanos de la PUCE, y Lidia Rueda, secretaria de Asfadec, en la presentación del libro "Una luz en el olvido: personas desaparecidas en Ecuador, en la conmemoración de los 25 años de fundación de Inredh.

Las características de los Estados donde desaparecen las personas son diferentes, pero en Ecuador que haya miles de personas desaparecidas en una década revolucionaria o la llamada del siglo XXI. Es alarmante. Cuando desaparece Carolina Garzón, el 28 de abril del año 2012, joven bogotana estudiante universitaria que estaba de paso por nuestro país, en la ciudad de Quito otrora ciudad franciscana de la paz y la tranquilidad, desaparece de Monjas Paluco, su padre Walter Garzón viene desde Bogotá en búsqueda de su hija y se para frente al Palacio de Carondelet a exigir al Estado ecuatoriano, de manera especial al ex presidente Rafael Correa que le diga dónde está su hija Carolina?

Hablar de Asfadec, de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas, sería una ingratitud no hablar de Walter Garzón, Asfadec nace como un Comité de búsqueda de Carolina Garzón; pero en el camino conoce a Telmo Pacheco  su hijo Telmo Orlando había desaparecido el 3 de noviembre de 2011 luego de que asistiera a un retiro espiritual; Luis Sigcho, su hijo había desaparecido el 4 de octubre de 2008, y Angel Cevallos que buscaba a su sobrino Luis Alfredo Velásquez, Isabel Cabrera a su madre Leonor, ella había desaparecido en el 2011; Yanera a su hija Geovanna que había desaparecido el 4 de diciembre de 2010... Walter nunca imaginó que el país donde su hija había desaparecido, su sola presencia destaparía una tragedia ocultada como él la llamaba y es así que el año 2012 fue un año nefasto para tantas familias como la de Camilo Tobar, de Juliana Campoverde, de Luis Alfredo Velázquez entre otros; 2013 David Romo, niños Logro, y más y más desaparecidos. 

A esta asociación se suma Rodrigo Garzón, su hermano Gustavo Garzón había  desparecido en 1990, Adrián Romo desaparecido en 1994 cuando era un niño. Walter despegaba las fotos de los postes y llamaba a sus familiares, la lista seguía creciendo al parecer a ninguna autoridad ni local, ni nacional le importaba.. Asfadec va tomando fuerzas como una asociación de hecho, plantones, marchas y festivales se convierten en su dinámica de exigencia; en este trajinar nos topamos con su primer enemigo, la Fiscalía y a gentes investigadores que en vez de encontrar a nuestros desaparecidos se encargaban de revictimizarlos con frases nada comedidas, las fiscalías se convirtieron en centro de acopios de expedientes; en esa época estas atendían toda clase de denuncia de bienes, mascotas, y toda clase de delitos, las personas desaparecidas siempre quedaban al último “esperen no más estamos firmando para que encuentren un carro” o que quieren que hagamos “si no hay cuerpo no hay delito”.

Ante cada negativa Asfadec se fortalecía, nos dimos cuenta que desaparecer en el Ecuador no es delito, no se parte de indicios en las denuncias  por desaparecidos, estos indicios no sirven. Ahora sabemos que el país no tiene leyes pese a que hay leyes internacionales aplicables a derechos humanos. De por medio está luchar por derechos universales, como el derecho a la vida, el derecho a la libertad; como también el derecho a la asociación. Al principio los plantones se realizaban los lunes en el minuto cívico, donde se sufría el desgaste emocional del dolor y la incertidumbre del no saber dónde está su ser querido, si está vivo o está muerto. Donde los asesores presidenciales se las apañaban para contener la presencia de los familiares que sólo exigían justicia con investigación y verdad. No fue fácil enfrentarse a Goliat, como decía el expresidente Correa si son solo “4 pelagatos”.

Asfadec empieza a presionar con oficios al presidente Correa tal es así que cuando se dio la fuga de los presos de La Roca se convirtieron éstos en los más buscados y que luego fueron apresados gracias a una recompensa; entonces Asfadec pide que se cree una Fiscalía para desaparecidos, una policía para desaparecidos,  recompensa de 200.000 dólares para las personas que den información veraz hasta encontrar a los desaparecidos, plan que fue una burla para los familiares donde existían dos números de telfs. que no contestaban nunca y esto fue confirmado por el mismo presidente Correa, unificación de Protocolos, estadística de desaparecidos del año 2013, y que esta se actualice cada seis meses, campaña de cómo prevenir la desaparición, de personas, base de datos de personas NN. que estén en morgues, cementerios, hospitales, ancianatos, cárceles.

El 1 de mayo de 2013, el presidente Correa pide reunirse con Luis Sigcho, presidente provisional de Asfadec,  a esta cita acude Walter Garzón que pide al señor Presidente que reciba a todos los familiares, siendo designado el ministro del Interior José Serrano, ex ministro para que atienda a todos los familiares de desaparecidos y se agende una fecha de manera urgente. Los familiares al no tener respuesta por parte de esta Cartera de Estado, el día 19 de julio de 2013 viajan desde distintas ciudades del país, dándose el primer taller de familiares de desaparecidos, el ministro ese día anuncia la creación de la Unidad de Policía para desaparecidos, misma que empezó a operar el día 1 de enero de 2014.

Cuando Walter Garzón empezó a proponer a nombre de Asfadec un Seminario Internacional, el día 30 de agosto fecha conmemorativa al Día Internacional de la Desaparición Forzada fue motivo suficiente para que el ex defensor del Pueblo Ramiro Rivadeneira se convierta en el personaje siniestro para familiares de desaparecidos de Asfadec. practicando la frase “divide y vencerás” de manera que a  Asfadec la divide en dos asociaciones y luego a la nueva asociación la vuelve a fragmentar en otra; de manera que tenían familiares que hablen bien del gobernante. Asfadec mantuvo su origen, no cedió al chantaje de ser cooptado por el gobierno de turno.

Asfadec mantiene 5 reuniones presidenciales siendo la primera el 11 de diciembre de 2013 y la quinta reunión el día 30 de junio de 2016, ese día fuimos apaleados por fanáticos vestidos de los colores de Alianza País, en estas reuniones todo se ofrecía y nada se cumplía.

Son seis años siete meses de presencia de Asfadec en su permanente exigencia por el respeto a los derechos humanos, golpeó muchas puertas de organizaciones defensoras de derechos humanos, participó en varios talleres de DDHH de la ONU, de CEDHU, defensores de derechos humanos de la Unión Europea, talleres con Inredh.  En este largo camino encontró en INREDH, un hermano con el que viene caminando junto. 

Asfadec en su objetivo de acompañamiento en la búsqueda de justicia de nuevas familias víctimas de este flagelo que deciden sumarse a la lucha por sus seres queridos. El Proyecto de Ley de Búsqueda, investigación y Localización de Personas Desaparecidas es fruto de estos talleres, mismo que fue entregado en el primer trimestre de este año 2018  a la Comisión Ocasional de Desaparecidos de la Asamblea Nacional, junto con el Proyecto de Tipificación de la Desaparición Involuntaria como Delito, consciente de que son las herramientas necesarias que necesita la Fiscalía. No podemos olvidar que Asfadec hizo la entrega el día 15 de julio de 2013 de este proyecto a Mauro Andino, presidente de la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional en ese entonces,  de que se tipifique a la desaparición involuntaria como delito en el Código Orgánico Integral Penal COIP aprobado en 2014 donde consta la desaparición forzada cometida por agentes estatales y que este se dio gracias a la lucha muy fuerte de los familiares de personas desaparecidas por el Estado.

Para Asfadec es importante que se diga, que se escriba: que no sólo hay desaparición forzada por agentes estatales sino también que esté tipificada la desaparición forzada por agentes particulares. El Estado ecuatoriano es responsable ya sea por acción o por omisión. 

Dentro de la organización tenemos los casos de desaparición de Luis Guachalá, Alvaro Nazareno, Francisco Javier Cajigas Botina, los dos primeros desaparecidos dentro de Hospitales Públicos, y el tercero desaparece desde el momento que fue detenido por la Policía Nacional.

Asfadec seguirá reclamando, Asfadec seguirá exigiendo que los fiscales y agentes investigadores no están capacitados, no existen forenses, no podemos concebir que hasta la fecha no se logre especializarse en búsqueda de personas; no exista una estadística confiable que pueda ser confirmada, los cadáveres NN. sin que hasta ahora logren identificarse; muestra palpable es el caso de Juliana Campoverde, 11 fiscales, cuando se encuentran osamentas donde se busca su cuerpo que para ser cotejadas con el ADN, ahora se requirió se requirió de muestra de sangre a sus padres, cuando desde hace años se realizó a los familiares la prueba de ADN. Donde existiría un Banco Genético de 400 personas, fue mentira esto no se ha logrado.

Asfadec logró llegar ante la audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Colorado realizada el 3 de octubre de este año y lo hizo de la mano de Inredh, donde  el Estado ecuatoriano no logró demostrar que la desaparición de personas es una prioridad en el ánimo de proteger la vida de su pueblo como la manda nuestra Constitución.

Si hasta junio del 2016 de la estadística enviada por la Fiscalía General del Estado había 4402 personas desaparecidas; sin embargo en septiembre de 2017 en este nuevo gobierno, por arte de magia esta cantidad se redujo a 1577, de los cuales el 65 % corresponderían al gobierno de León Febres Cordero. Seguimos insistiendo que nos entreguen la nueva estadística donde consta de 1557 desaparecidos, donde se quedaron los 20?; no hay ciudad en el país donde no hayan desaparecidos, siempre encontramos una estrellita que demuestra lo contrario; nuestros desaparecidos no han vuelto, ellos nos hacen falta. El día 3 de octubre en la audiencia de la Comisión Interamericana de derechos Humanos por parte del Estado se dijo que habían 1495 y que éstos datan desde 1940, pregunto acaso están allí los desaparecidos de la Guerra del Ecuador con Perú?

Asfadec mira y observa que cada día son muchos los desaparecidos: Michelle, Nathalia, más, etc. Asfadec mira y pregunta qué está pasando,  porqué el Gobierno calla, qué esconde, qué le aterra.

Seguiremos en las calles, seguiremos manifestándonos porque a Asfadec le duele que muchas familias sigan desintegrándose, donde la alegría desapareció, el color desaparece de sus vidas, sus vidas se volvieron grises, solo les pertenece el blanco y el negro, a Asfadec le duele que la Fiscalía General del Estado y la Dinased cubran la complicidad de la inoperancia y de la indolencia porque las personas desaparecidas no son sus hijos, no son sus hermanos, no son sus padres.

Gracias Inredh y felicitamos a Inredh en sus 25 años, Inredh ya es adulto, estamos seguros de seguir confiando en ustedes, ya que nacieron para asumir un trabajo técnico y profesional en el campo de los derechos humanos.

Viva Inredh, y que cumpla muchos años más en defensa de los defensores de derechos humanos y de los pueblos.

Para finalizar quiero hacerlo así con esta frase que repetimos en las calles: “Quiero que en un rincón del firmamento nos escuches porque somos la voz de los que no tienen voz”.

Discurso de Lidia Rueda, secretaria de Asfadec, en el marco del Aniversario 70 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y 25 años de lucha de Inredh.

Portada del libro.


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