Por: Fernanda Báez, reportera de Ayúdanos a encontrarlos - Rayuela Radio.
Rocío Mendoza, madre de Kerly Verdesoto. Fotografía tomada de diario El Comercio. |
Pasaron casi cuatro años para que Rocío Mendoza vuelva a tener
noticias sobre su hija, Kerly Verdesoto Mendoza, desaparecida el 24 de
septiembre de 2011, en el cantón Milagro.
El pasado 8 de mayo una llamada le dio la respuesta del paradero de su
hija que este julio cumpliría 22 años. Kerly había fallecido y su cuerpo
estaba en la piscina de conservación de cadáveres de la Universidad de
Guayaquil. Así lo informó la Dirección Nacional de Delitos contra la
Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) que
indaga cómo llegó el cadáver de la joven a esta universidad.
“Yo desde que entré le vi el cabello, las manos. Yo en mi interior
decía: "es mi hija”, dijo Roció Mendoza, madre de la joven, para
Ecuavisa.
El descubrimiento del cuerpo de la mujer se da tres años y ochos meses
después de su desaparición. Esto dentro de la investigación que inició la
policía en dos universidades de Guayaquil en las que se examinaron la identidad
del cuerpo. Alrededor de 80 cadáveres más permanecen en las facultades de
Ciencias Médicas. El propósito es determinar si estos cuerpos tienen relación
con otras desapariciones.
Para el Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de
Guayaquil lo sucedido no le sorprende, puesto que ha ocurrido antes,
aunque no es muy común, dijo para la cadena televisiva.
Mendoza en una entrevista para El Telégrafo en 2014, dijo
que su hija pasó de ser hacendosa y cariñosa a una chica rebelde,
esto debido a sus gustos musicales. “No estaba de acuerdo con lo que ella
empezó a hacer, yo le prohibía hacer eso aquí porque siempre he escuchado que
eso trae cosas malas, casi un año estuvo así, los últimos 3 meses empeoró”.
La madre se enteró que un día Kerly se fue a otra ciudad a
presenciar un concierto, pero nunca pidió permiso, como castigo decidió
quemarle los cuatro discos. Esto agravó la situación.
Ese día, 24 de septiembre, Kerly salió de su casa, situada en la
cooperativa Apolo, en el cantón Milagro. Robert Verdesoto, padre de la
joven, intentó evitar que ella salga pero él resbaló y Kery logró irse. Los
padres pensaron que volvería cuando se le pase el enojo y como se fue por
cuenta propia no pusieron la denuncia por desaparición hasta después de un año,
cuando no pudieron más con su ausencia.
El
pasado miércoles, Rocío pensó que con la recuperación del cadáver y sepelio de
su hija, su alma iba a estar más tranquila, pero su pesadilla no se acaba. Ni
las flores se habían marchitado cuando la tumba de la joven fue profanada pocas
horas después de sepultarla en el cementerio general de Milagro. Sus ojos aún
estaban hinchados de llorar. Miraban la tumba abierta de Kerly. Aunque no
lograron sacar el cuerpo, la Fiscalía ya investiga el hecho como una nueva
pericia contra la joven.
Por la profanación
del cuerpo de Kerly hay un detenido. Él es Ángel, exnovio de la muchacha, quien
sería el presunto sospechoso de su muerte. Según el fiscal que lleva el
caso, Edisón Daquilema, hay la posibilidad de que exista un complot entre los
familiares del detenido por eliminar el cuerpo de Kerly. Esto servirá
posteriormente como evidencia científica en las investigaciones del caso.
Su madre dice que
seguirá exigiendo justicia hasta que se esclarezca el hecho y se detenga los
culpables. Ella recuerda haber recibido una supuesta llamada de Kerly pidiéndole
auxilio porque un hombre se la quería llevar a la fuerza y le dijo que estaba
en Santo Domingo de los Tsáchilas. Las investigaciones determinaron que el
llamado se efectuó desde otra provincia, por lo que sospechan que pudo ser un
engaño, pero a su madre le queda la duda. “Yo sé que mi hija ya no está
sufriendo pero el dolor queda”.
La investigación que
se realiza para esclarecer la muerte de la chica aún continúa su curso.
0 comentarios:
Publicar un comentario