28 de abril de 2015

Una pesadilla que inició hace 3 años

Quito 28 de abril de 2015.
Dr. Galo Chiriboga 
Fiscal General del Estado 


HOY SE CUMPLEN TRES AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE CAROLINA GARZÓN
TRES AÑOS DE IMPUNIDAD

Hoy, hace tres años inicio esta pesadilla, un sábado 28 de abril de 2012 mi hija Carolina Garzón desapareció en esta ciudad, Quito, y empezó para mí y para mi familia esta dolorosa, incansable e inclaudicable lucha…

No existe dolor más grande como el que yo siento ahora, pero tampoco existe fuerza más grande, lucha más digna que esta que llevo yo y tantos otros a los que nos han intentado arrebatar la dignidad, la esperanza, la familia y que a diario seguimos de pie. Buscamos respuestas y exigimos justicia…

Durante estos tres larguísimos años he escuchado diversas promesas. He conocido cientos de funcionarios y despachos que aparentemente piensan que me están haciendo un favor cuando raramente y de mala gana acceden a alguno de mis pedidos. He dado entrevistas, me he parado cada miércoles en la Plaza Grande, me he subido a buses que no se bien a dónde van, solo me subo para ver si la encuentro. He ido a marchas y plantones, he caminado cientos de veces las mismas calles, los mismos parques que ella camino para ver si acaso me dejó una pista, un hilo que seguir. Me he reunido con Presidentes y Ministros… He conocido la enorme solidaridad de familias, de víctimas, de amigos y artistas, de comunicadores sociales, de otras organizaciones y puedo tener la certeza de su acompañamiento honesto y permanente… 
La he llamado, he gritado su nombre, he llorado sola en la habitación de una familia que me acogió en su casa porque mi casa está en Colombia y yo estoy en este país sola y buscándola persiguiendo sus huellas e intentando encontrarla…

Y tres años después, sé que es un logro de esta lucha nuestra, que el nombre de mi hija siga vigente y visibilizando a mi hija también ha sido posible hablar de al menos 1.600 personas que también están desaparecidas en Ecuador y de las que tampoco sabemos nada…
Pero no es suficiente, porque han pasado 1099 días sin ella y estos días me han permitido confirmar los enormes vacíos y omisiones que tiene el Estado para la búsqueda e investigación de este caso. Durante estos tres años ha sido la familia quien ha tenido que insistir a la Fiscalía, al Estado, sobre el cumplimento de sus obligaciones y aportar permanentemente elementos para que sean debidamente valorados y procesados por la autoridad… Tres años después ni siquiera hay una teoría de caso, una hipótesis que se sustente y que pueda explicarme qué pasó, quién la desapareció, dónde está mi hija… No hay ninguna respuesta sobre la investigación a los fiscales y policías que conocieron de este caso y omitieron sus obligaciones…. y en cambio en algunas oportunidades se ha pretendido poner sobre mi hija la responsabilidad de lo que le pasó… y me han insinuado que lo que le pasó fue por su estilo de vida, por su deseo de viajar por América, por sus opciones políticas que no eran las de una “chica normal”…
Eso que algunos llaman comportamiento inadecuado es en realidad el proyecto de vida de mi hija, son sus sueños, sus búsquedas, su razón de ser… Mantener su memoria viva significa reconocer la Mujer, Estudiante, Artista, Viajera, Defensora de Derechos Humanos, Militante Política, Amiga, Compañera, Hija….. Porque no han desaparecido únicamente sus zapatos, ni sus ropas, ni sus ojos...
1099 días sin ella, porque quien tenía la obligación de buscar no realizó las investigaciones prontas, diligentes, serias, exhaustivas, imparciales e independientes, que eran necesarias para esclarecer los hechos y las circunstancias que los rodearon… 

Más de un mes sin que Fiscalía responda a mi pedido de cambio de fiscal porque lamentablemente con la actual fiscal se han presentado dificultades insalvables y que entorpecen la investigación….. 59 cuerpos, más de 100 diligencias y CAROLINA NO ESTÁ!.... Es que al final de cuentas 100, 500 o 1000 diligencias disparando en todas las direcciones no garantizan derecho a la verdad, no garantizan que yo pueda conocer dónde está, quien se la llevó….
Y en memoria de mi hija, por ella, una vez más les escribo una carta pidiéndoles respuestas; pidiendo que todas las promesas y disposiciones que ha hecho el presidente Rafael Correa se concreten, que se especialicen fiscales y agentes; que me garanticen que la investigación será efectiva, eficiente y contará con la participación de todos los expertos necesarios.  Que se regule el procedimiento administrativo y se dé respuesta real a los casos de desaparición cometidos por particulares; que se estructuren los procesos de investigación; que se mejoren los procedimientos para que el trato a las víctimas sea reparador y no signifique un daño agravado; que se tome en cuenta de manera objetiva mis aportaciones y pretensiones; que se me garantice ser escuchada, no como un favor, SINO COMO UN DERECHO!; porque lo que yo tengo por decir y aportar es valioso, porque de estos tres años además de dolor también me quedan aprendizajes que ustedes deberían escuchar y aplicar….
Porque yo no soy solo la usuaria de un servicio, yo también me volví víctima de esta incertidumbre, de las omisiones, de la falta de respuestas, de los funcionarios que solo se conduelen y no actúan; de los funcionarios que de manera indolente me cierran la puerta y no me escuchan; de los que falsean la verdad; de lo que “buenamente” hacen por mi… y ser usuaria, por ser víctima, por ser madre, por ser ciudadana es mi derecho ser debidamente escuchada y a participar de manera íntegra durante todo el proceso de investigación y de sanción a los responsables.
Por eso esta carta, para una vez más denunciar estos tres años de impunidad y silencio, para reconocer los avances que se han dado gracias a la lucha de familiares y víctimas; para agradecer la solidaridad de todas las personas y las organizaciones que han estado cercanas durante estos tres años; para decirles a todos que sigo aquí, que no me cansé, que no me di por vencida, que a veces me faltan fuerzas y creo que no voy a poder continuar y entonces pienso en ella, en sus ojos, en su risa, en su voz y me levanto y salgo, y grito, y exijo…. Porque este sufrimiento que me han causado a mí y a mi familia durante estos tres años no serán en vano porque sé que tengo derecho a conocer la verdad, por más dura que pueda ser, tengo derecho a saber qué pasó con mi hija, quién se la llevó, dónde está… y encontrarla …. y llevarla conmigo de vuelta a casa.
Carolina te busco, te llamo, te reclamo, te espero… aunque a veces parece que el miedo y el cansancio van a ganarnos la batalla. No me derrumbo, no me resigno, no te olvido… No vayas a creer que me han ganado…. haré todo por saber de ti, por llevarte a casa.

Con profundo dolor, a la espera de que el Estado ecuatoriano dé respuestas concretas a mis pedidos, agradecida de la solidaridad honesta que muchos y muchas personas han manifestado y sé que seguirán manifestando, segura de que Carolina no caerá en el olvido y en el silencio y con la certeza de no cansarme hasta encontrarla, me despido.

Madre de Carolina Garzón
Teléfono 0994889399
Correo alixmeryardila@gmail.com

Plaza Grande. Cada miércoles, Alix Ardila exige justicia y verdad para encontrar a su hija.




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