Son MIL DÍAS desde aquel trágico 28 de abril del 2012, en que mi preciosa
niña ha desaparecido misteriosamente sin dejar rastro, donde la hipótesis de la
Fiscalía fue el ahogamiento en el río Machangara basada en dos testigos que
dicen haberla visto: uno que no ve y el otro que tiene cualquier cantidad de
contradicciones, y en una prueba encontrada por el agente investigador
presumiblemente de mi hija colectada sin ninguna técnica, sin ninguna
rigurosidad, sin tener en cuenta la cadena de
custodia, sin tener en cuenta más diligencias y posibles hipótesis.
Carolina Garzó |
Son MIL DÍAS de intenso dolor, incertidumbre, tortura, días eternos, noches
eternas de insomnio, esperando que amanezca para continuar en la búsqueda. Esperando buenas noticias, esperando a que
llegue, esperando que la Fiscalía y Policía hagan su debido, correspondiente
trabajo, una búsqueda e investigación exhaustiva, verdadera, pero acumulan y
acumulan papeles. Dicen que han hecho cualquier cantidad de diligencias, que ya
han hecho bastante, pero no se ven los resultados. Mi hija no aparece, mientras no aparezca mi
hija todo lo que se haga no será suficiente, será infructuoso. Continuáremos en
esta ardua lucha, exigiendo, reclamando por verdad y justicia. No descansaremos
hasta encontrarla.
SON MIL DÍAS DE IMPUNIDAD, INDOLENCIA, VIVA SE LA LLEVARON, VIVA NOS LA DEVUELVEN.
Mi amada hija Carolina, como duele tu ausencia, como duele llegar a casa y
no verte. No encontrarte, el no tenerte a mi lado, el no saber nada de ti. Cuando
salgo te busco entre la gente, en todo lugar pero es inútil, mi niña preciosa,
pero el inmenso amor que por ti siento me impulsa día a día a estar de pie, a
seguir con más fuerza, fe y esperanza. Luchando hasta encontrarte.
Carta de Alix Ardila busca a su hija Carolina Garzón
desaparecida desde el 28 de abril de 2012, en Quito.
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