16 de enero de 2015

El corazón de una madre no borra, no olvida

Hoy,16 de enero del 2015, son 20 meses de la desaparición de mi amado hijo Santiago David Romo Córdova. 20 meses desde aquella fatídica noche cuando mi hijo se trasladaba desde la Universidad a nuestro hogar.  Aquella noche mi hijo fue objeto de un robo, por parte del aprendiz de controlador del bus No. 4 de la Compañía Trans Hemisféricos de la ruta Ofelia-Rumicucho, en San Antonio de Pichincha, en el norte de Quito,  y ese robo desembocó en la desaparición de mi hijo.
David Romo desapareció el 16 de mayo de 2013 en el norte
de Quito. 

Se han realizado una gran cantidad de pericias y  diligencias. Transcurre el tiempo, nos acumulamos de expedientes, de papeles, pero sin desmerecer el trabajo de todas las autoridades, la planificación de búsquedas no ha servido para dar con el paradero mi adorado hijo; están pendientes muchos asuntos por esclarecer, tengo más preguntas que respuestas.

El dolor, la angustia y la incertidumbre al no saber dónde está mi hijo, al no saber qué fue lo que ocurrió aquella noche son muy grandes, pero aún más grande es el amor que siento por él, mientras más pasa el tiempo, me fortalezco y me mantengo de pie y firme para continuar en su búsqueda junto al apoyo incondicional de las personas que se han solidarizado con mi lucha y mi dolor.

David Romo es el rostro visible de las personas desaparecidas por la lucha como su madre ha emprendido. Tengamos presente que David Romo es uno de los miles de rostros que simbolizan el dolor e impotencia de muchas familias ¿Cuántos años tendrán que pasar para que en el caso de David Romo y el resto de desaparecidos se haga justicia?

No pierdo la esperanza de volver a ver a mi hijo con vida. Voy a seguir visibilizando lo que sucede en la investigación. Es una batalla diaria impulsada por el más bello sentimiento "EL AMOR “y la esperanza de volver a verlo en su hogar


Si bien la seguridad es tarea del Estado y la Constitución de la República, nos ampara a todos los ecuatorianos, pero también es necesario lograr que las instituciones, las empresas, la sociedad, en sí el país se involucren en esta tragedia, en difundir los rostros de las personas que están desaparecidas, que se den charlas de prevención, de compromiso, de apoyo, de velar unos por otros, de cambiar esa mentalidad queminportista, es hora de pensar en ¿SI FUERA MI HIJO ÉL QUE NO ESTÁ, QUÉ HARÍA PARA ENCONTRARLO?

David Romo y las más de 1700 personas desaparecidas necesitan ser encontradas.



Carta de Alexandra Córdova que busca a su hijo David Romo 
desaparecido el 16 de mayo de 2013, en el norte de Quito. 

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