29 de enero de 2014

Desaparecidos: sus familias exigen un Estado diligente

La Policía creó una unidad específica. 240 oficiales se capacitan en técnicas de investigación, tino y DDHH.
Todos los miércoles, Alexandra Córdova, realiza los plantones por su hijo, David

Si quiere que le llame a contar cómo va el caso, hágame una recarga. Si quiere que vayamos a la pericia, lléveme en taxi, pero en ejecutivo, para despistar. Si quiere que veamos los informes, vamos a almorzar. Si quiere tener respuestas, si tanta prisa tiene, consiga un detective privado. Si quiere...

Oswaldo Chapanta desapareció hace tres años en Quito, en la esquina de la Eloy Alfaro y Granados. Sus familiares lo encontraron 10 días después.... Su cadáver estaba escondido en los pastizales de Toacazo, Cotopaxi, más de 100 km al sur del sitio donde fue visto por última vez.

Mientras todos buscaban a Oswaldo, su hermana Grace no olvidaba aquella frase: "Si quiere...". Dice que la agente policial que conoció inicialmente el caso le repetía esa frase semana tras semana. "Tanto que, de la desesperación, yo misma tuve que convertirme en una especie de detective para dar con los autores de la desaparición de mi hermano y honrar su memoria".

Grace teme que el caso sea archivado. Eso temía cuando se cumplieron dos años de su muerte. Ya van tres y no hay respuestas. Ese silencio oficial de tarde en tarde se interrumpe con sobresaltos. La semana pasada, por ejemplo, los ventanales de su casa fueron bañados de tinta roja. Ella no adelanta criterios. Solo recuerda que el coronel Carlos Alulema le dijo que le llamara ante cualquier circunstancia extraña. Así lo ha hecho...

Alulema está al frente de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros. Es una unidad novísima y anteayer 240 oficiales tuvieron su primer curso para responder técnicamente ante esta amenaza.

Esta medida, en palabras de Lidia Rueda, secretaria de la Asociación de Familiares y Amigos de los Desaparecidos del Ecuador (Asfadec), es "fruto de la unión de los familiares". "Su creación es un pedido nuestro". En efecto, el 11 de diciembre tuvieron una reunión con el presidente Rafael Correa, y para la mayoría de integrantes de la asociación aquel miércoles de 2013 muchas cosas empezaron a cambiar.

Los familiares pidieron al Estado el cumplimiento de varios derechos. Se relievó el hecho de que ya no se esperen 48 horas para declarar a alguien como desaparecido. Se sugirió un programa de recompensas para quien dé información. Se formuló una propuesta de cara al Código Penal para tipificar la desaparición involuntaria. Se pidió que las causas en estos ámbitos no prescriban. Y se exigió mayor diligencia y tino, entre policías y fiscales, para resolver los casos.

Alexandra Córdova, madre del joven David Romo -desaparecido el 16 de mayo de 2013, 10 minutos antes de llegar a su casa en Rumicucho- pide que la Secom y el Ministerio del Interior pongan el mismo énfasis de otras campañas en la difusión de las fotos de los desaparecidos. "Ellos -dice sollozando- son los más buscados para nosotros: familiares, amigos, compañeros de estudio".

Luis Sigcho busca a su hijo desde 2008. Su voz es un yaraví, un silbido doblegado que se pierde entre cerros de expedientes. En su ánimo chocan la cosecha y la incertidumbre. "Como Asfadec conseguimos que los casos de desaparecidos no prescriban. Lastimosamente, en la ley está escrito que si el fiscal no obtiene mayores elementos para continuar con la investigación puede archivar un proceso. Asimismo, no se habla de sanciones para nadie. Y en las discusiones sobre el COIP no pasó la tipificación de las desapariciones involuntarias".

Lidia Rueda asiente, con la mirada clavada en las baldosas naranja de la casa de Telmo Pacheco, quien desde el 3 de noviembre pasado busca a su hijo y que hoy abre las puertas de su hogar, en la Basílica, para que la asociación proyecte su lucha.

A sus 50 y piquito ha llorado la desaparición de dos familiares. Hace 38 perdió a su prima, María Torres, en Guayaquil. La joven de entonces salía al hospital a dar a luz. Esa fue la última vez que se supo de ella. Su padre nunca tuvo respuestas. Incluso todo los informes del caso, los recortes de prensa, las hojas volantes con la foto de la chica de 23 años fueron robados. "Ese era el único tesoro que le quedaba a mi tío e incluso eso desapareció", recuerda Lidia. Y cuestiona: ¿qué ocurre en estos casos en los cuales han pasado décadas? ¿Están cerrados, no hay culpables, no habrá vindicta?

Rodrigo Garzón, hermano del poeta Gustavo, desaparecido en 1990, se pregunta lo mismo. Pero su angustia crece. "En la familia estamos convencidos de que este es un caso político, en el cual podrían estar involucrados miembros de la Policía".

La memoria de sus dos familiares llevó a Rueda a coordinar las acciones y la información técnica de la Asfadec. Incluso cuenta que se inscribió en la universidad para estudiar Sociología -va por noveno semestre-, para tener más argumentos y exigir reparación de derechos.

En este punto, el coronel Carlos Alulema dio cierto alivio a varios de los familiares de desaparecidos. En el curso del lunes aseguró que en los protocolos de investigación se evitará la revictimización de los familiares.

Luis Sigcho dice que en los últimos meses hay cambios. Cuando va a la morgue, ya no abre los frigoríficos donde están los cuerpos. Ahora repasa las fotografías en un monitor...

A la Asfadec llegan, en promedio, cuatro casos por semana. Entre los últimos las pistas apuntan a la explotación sexual. En una próxima entrega, un informe en el cual la trata de personas y las desapariciones se cruzan... (IFP)

De la desesperación tuve que convertirme en detective. Ahora ya hay cambios...’.Grace Chapanta

El Gobierno debe poner el mismo énfasis de otras campañas en los desaparecidos’. Alexandra Córdova

Ya han pasado seis, siete años... ¿Por qué no se nos ha tomado en cuenta antes?’. Lidia Rueda

María Conde Guamán

La niña de siete años se extravió en Loja el pasado miércoles 22, hacia las 09:00, en las calles Aguirre y Rocafuerte. Ese día vestía pantalón morado y blusa rosada. Más detalles en el 098 065 2649.

Álex Sisalema Ontaneda

El 12 de enero pasado conducía un auto Aveo Family plateado, placas PCI-7006. Esa fue la última vez que se supo de él. Contáctese con el 338 0531 o el 097 904 1572.

María Fer. Guerrero

Es madre de dos pequeños y está extraviada desde el 15 de enero de 2010. Fue vista por última vez en el sector Lucha de los Pobres, en el sur de Quito: Más: 098 227 9247.

Soraya Arregui Ávila

Desapareció el pasado 16 de enero. Su cabello es negro hasta los hombros; ojos café, tez blanca y labios gruesos. Vestía jean y chompa azul. Llame al 098 403 1637.

Ernesto Gustavo Fraga

El 13 de diciembre, hacia las 09:00, salió a hacer compras para su hogar, ubicado en Pomasqui. Tiene 68 años y sufre de diabetes. Comuníquese con el 097 986 4144.

Contenido publicado originalmente en:
Diario HOY
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