Juliana
la niña de mis ojos, la hija, la amiga, la hermana, la estudiante, la mujer
emprendedora y cariñosa, la que sabe lo que quiere, la que siempre se preocupa
por sus padres y hermanos, la que sabe vivir cada segundo de su vida, la que
lucha para seguir adelante, la mujer alegre y sin límites para ayudar a los
demás…Juliana ¡Hoy no está!
Ese
7 de julio de 2012 todo parecía normal. Mi hija y yo salíamos a nuestros
trabajaos, eran casi las 09:00 cuando nos despedimos, en la Av. Mariscal Sucre
y Ajaví, en el sur de Quito. Tan solo cinco cuadras tenía que caminar mi hija
para llegar a su negocio. Nunca llegó. Y desde ese 7 de julio la pregunta de
todos los días sigue siendo la misma: ¿Qué pasó con ella? ¿Quién se la llevó? En el caso siguen sumando
promesas pero no hay avances.
Hoy
son ya 3 años y 11 días buscándola. Preguntando ¿Quiénes fueron las personas
que sin escrúpulos alguno la privaron de la libertad? Le truncaron todos sus
sueños… Al inicio me dijeron que ella se fue por voluntad, que ya volvería,
pero la conozco y sé que se la llevaron a la fuerza, que se fue contra su
voluntad. La engañaron, le mintieron, se la llevaron… A esas autoridades que me
dijeron que te fuiste les dimos todos los datos que habíamos recabado: con
quienes andabas, quien te vio por última vez, pero nada. No sé qué harían ellos
si se le llevan a uno de sus hijos…ojalá
nunca tengan que pasar este dolor.
Pero
no me canso, en medio de todas las trabas de la burocracia, de los expedientes
acumulados, de las respuestas sin fundamento, de las instituciones públicas, de
las promesas incumplidas de fiscales y agentes, de contestaciones diplomáticas
y vacías de los funcionarios de turno. Yo no me canso, yo no tengo una guerra
perdida, yo te busco, te llamó, te
reclamo, te voy a encontrar…
Yo
y mi familia seguiremos esta incansable búsqueda hasta encontrarla y saber qué
pasó con ella. En esta búsqueda seguiremos denunciando incansablemente las
omisiones que Fiscalía y Policía cometieron en este caso y que a día de hoy
tienen como resultados que Juliana no esté con nosotros. Seguiremos exigiendo
respuestas eficaces y motivadas, especialización de fiscales y de agentes y servicios
especializados para las víctimas porque no estamos pidiendo favores, porque no
se nos extravió un documento. Aquí estamos exigiendo derechos, buscando a
nuestros hijos, buscando a Juliana.
Por
eso ni la incertidumbre ni la impotencia me vencerá, lucharé hasta los últimos
días de mi vida para que me den una respuesta. Son 3 años y 11 días de la incansable búsqueda de mi hija Juliana.
Cansada de escuchar promesas falsas, cansada de que se burlen de mi dolor,
cansada de la injusticia y de la indolencia de las autoridades pero jamás
derrotada por el amor a mi hija.
Por
eso, por el inmenso amor que tengo por mis tres hijos es que me mantengo vivía y
llena de esa luz que se llama esperanza y el clamo que la felicidad brille
nuevamente para todos los que en casa te esperamos. Juliana parte de mi vida se
fue contigo pero seguiré todos los caminos que falten por recorrer hasta que me
digan la verdad y se haga justicia.
Justicia
por Juliana y por tantas otras mujeres que como hija puedan desaparecer en las
manos de hombres que con engaño y mentiras retiene, privan, ciegan, mutilan…
Por
ese amor a mis hijos, por amor Juliana, por los cientos de desaparecidas y
desaparecidos que no encuentran el camino de regreso a casa, no
permitiré que el caso de mi hija quede en la impunidad. Tengo la
certeza de seguir contando con la solidaridad de las organizaciones que han
ofrecido su apoyo y acompañamiento con el apoyo de los hombres y mujeres
transparentes y nobles que este doloroso camino me ha permitido conocer. A
algunos nos une el mismo dolor porque también buscan a sus hijos, a sus hijas,
otros y otras han llegado solidarios y esperanzados a dar su mano, su fuerza,
sus palabras de aliento. A todos ellos y ellas que en estos tres años me han
acompañado mi inmensa gratitud. A mi familia todo mi amor por su paciencia, por
su apoyo y por su abrazo.
Pasan
los días y no dejo de preguntarme dónde estás hija mía. Al pensar mi mente se
desvanece y el anhelo de encontrarte hace que te mire en todas partes. Al
acercarme no estás o no eres tu hija mía. Se congela mi alma y no resisto, mis
ojos se empañan en lágrimas y no puedo ver más allá, confundida y dolida sigo
mi camino con la única meta de llegar hasta el final y encontrarte.
Juliana
quiero que sepas que desde que no estás no hemos dejado de buscarte. Hemos
recorrido plazas y calles, hemos hecho plantones y marchas, hemos llevado tu
fotografía a cientos de pueblos, hemos ido a la radio, a los periódicos, a los
parques… No nos cansamos, no nos damos por vencidos y si supiera donde estarías
iría corriendo y daría mi vida para salvar la tuya.
July
si tan solo me escucharás..Tú serás el amor que no se olvida, tú serás el amor
que no se apaga, tú serás el amor que siempre canta más allá de la vida y de la
muerte, de las constelaciones más lejanas. Siempre serás tú, hija mía.
Elizabeth Rodríguez en el cuarto de su hija Juliana. Foto: VDL |
Carta de Elizabeth Rodríguez que busca
a su hija Juliana
Campoverde
desaparecida el 7 de julio de 2012, en Quito.
Contacto: 0983826975
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