Probablemente nadie puede dejar de espeluznarse cuando llego la noticia como esta. Conmueve, duele, alarma. La intervención de Policía y del sistema judicial todavía no logra determinar quien se los llevó y con qué fin...
Familiares trasladan los restos de los ñiños Logro. Foto: El Comercio |
Parece sacado de una serie policiaca esas que inundan los canales de televisión, pero no lo es. Pasó aquí, a una familia como tantas que hay en esta ciudad. El 20 de agosto pasado desaprecieron del interior de su vivienda los tres hermanos Logro: Juana de 7 años, Néstor de 5 y Jordan de 3. Todos fueron encontrados sin vida en el sur de Quito, entre septiembre y octubre.
Probablemente nadie puede dejar de espeluznarse cuando llego la noticia como esta. conmueve, duele, alarma. La intervención de Policía y del sistema judicial todavía no logra determinar quien se los llevó y con qué fin...
Pero más alla de la necesidad de esclarecer el caso, me asombra ver la impavidez que demostró la sociedad Quiteña frente a estos niños. No hubo cadenas en redes sociales, ni comentarios de solidaridad que hayan convertido en virales y tendencias, tampoco la gente se volcó a las calles a manifestarse pidiendo justicia. No hubo carteles pegados en los postes y parada de buses. Los medios de comunicación no desplegaron sus recursos tecnológicos como muestra de interes y preocupación por la vida de estos niños.
En su caso no hubo secciones especiales, etiquetas y otros mecanismo que han utilizado en otras desapariciones o crímenes. Fue una noticia más dentro de las secciones de seguridad o de crónica roja, donde lo más relevante eran las frases de dolor de sus padres y la desesperación de las autoridades al no tener la claridad sobre lo ocurrido; publicaciones sin la importancia que deben tener para una sociedad, la violación de derechos de los niños y mucho más cuando se cometen delitos contra ellos.
En su caso no hubo secciones especiales, etiquetas y otros mecanismo que han utilizado en otras desapariciones o crímenes. Fue una noticia más dentro de las secciones de seguridad o de crónica roja, donde lo más relevante eran las frases de dolor de sus padres y la desesperación de las autoridades al no tener la claridad sobre lo ocurrido; publicaciones sin la importancia que deben tener para una sociedad, la violación de derechos de los niños y mucho más cuando se cometen delitos contra ellos.
Tampoco lo hicieron los movimientos pro defensa de los niños, no hubo una sola declaración, un comunicado de prensa, un sobresalto. Esta vez los grupos feministas no reaccionaron frente al "feminicidio" de Juana, una mujer de 7 años de edad que también fue abusada sexualmente, torturada y finalmente asesinada.
Por qué esta ciudad combativa y preocupada por los suyos esta vez no reaccionó? Esta vez la conciencia solidaria y rebelde frente a la injusticia se sumió a la quietud.
Por qué esta ciudad combativa y preocupada por los suyos esta vez no reaccionó? Esta vez la conciencia solidaria y rebelde frente a la injusticia se sumió a la quietud.
Sin duda, no fue igual que con Karina del Pozo o David Romo, por poner un ejemplo. En sus casos toda la ciudad reclamó justicia,celeridad en las investigaciones, claridad en los hechos...
Repito: ¿Qué pasó con los niños Logro? Todas las vidas son valiosas e irremplazables. Todos los familiares merecen justicia y claridad en casos como estos. Toda la ciudad debió rechazar el hecho y actuar con la misma indignación que lo ha hecho en ocasiones similiares.
Repito: ¿Qué pasó con los niños Logro? Todas las vidas son valiosas e irremplazables. Todos los familiares merecen justicia y claridad en casos como estos. Toda la ciudad debió rechazar el hecho y actuar con la misma indignación que lo ha hecho en ocasiones similiares.
Contenido publicado originalmente en:
El Quiteño
Edición N 299
Opinión
Camila Witt, periodista.
-----------------------------------------------
Monitoreo de Medios de Comunicación
0 comentarios:
Publicar un comentario