La
búsqueda inició en hospitales, albergues, morgues, asilos, terminales, parques
y refugios. En esos lugares se pegaron fotografías de las personas
desaparecidas. En los afiches también están los números de contacto de sus
familiares. Sin embargo, esos datos con el tiempo han cambiado. Las familias se
han cambiado de casa, pero esa base de datos no se ha actualizado en las
pancartas.
En
las páginas de Facebook de Anadea y Asfadec, dos organizaciones que agrupan a
los familiares de desaparecidos, existen decenas de fotografías de personas
extraviadas, pero los números de contacto no son los correctos. Por ejemplo, el
número de celular de los padres de Isabel Aguirre, desaparecida en Santo
Domingo está suspendido.
Los
familiares de otra persona ya no lo buscan. Un pariente dijo que "ese
hecho ya pasó hace mucho tiempo y ya no queremos saber nada". Según Susana
Valencia, presidenta de la Asociación Nacional de Desaparecidos y Asesinados
del Ecuador (Anadea) ha notado en los últimos meses un desanimo de los
familiares en la búsqueda. “Los procesos engorrosos y la demora en las
investigaciones contribuyen a que algunos familiares pierdan el interés de
encontrar a sus parientes”.
También
dice que los familiares no advierten a la Asociación cuándo los teléfonos son
cambiados o su vivienda se traslada a otra ciudad. Yadira Labanda es madre de
Angie Carrillo de 17 años quien desapareció en enero del 2014. Ellas vivían en
Riobamba, pero luego de un año de la desaparición su domicilio cambió a Quito.
“Preferí venir a la capital para estar más pendiente en los avances de la
investigación de mi hija”.
Los
representan de las dos organizaciones se reunirán para iniciar un proceso de
actualización en las listas de contacto.
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